La Hora

Frases Vegetales

"PODRÁN CORTAR TODAS LAS FLORES, PERO NO PODRÁN DETENER LA PRIMAVERA"

Pablo Neruda (Premio Nobel de Literatura, Chileno)

domingo, 27 de enero de 2013

ALDEA PECH EN EL CORAZON DE BIOSFERA RIO PLATANO



Parte del bosque Siempre verde de Las Marías…

* Etnia que mantiene  costumbres y tradiciones ancestrales
* Ecoturismo gravemente afectado por la Depresión Tropical 16
En avión  un pequeño, bimotor, se vuela desde La Ceiba hasta Brus Laguna. En este lugar, que ya es parte de la Reserva de Biósfera del Río Plátano, se aborda el típico medio de transporte de la zona, un “tuk-tuk”( canoa con motor). 
En un inolvidable encuentro con la naturaleza, se  viaja a través del sistema lacustre de la Laguna de Ibans hasta Kuri. 
Al día siguiente, se reanuda el viaje en un bote tipo “ pipante”  para continuar navegando  los canales , en medio de  manglares, subiendo por el Río Plátano hasta la comunidad Pech de Las Marías , en la zona conocida como Batiltuk. Son dos días de viaje para llegar  a esta aldea del Municipio de Brus Laguna.
Las Marías es la última comunidad en el margen selvático de la Biosfera del Río Plátano. Durante la  estancia se pueden  realizar varias actividades, como navegar el río en pipante y en compañía de  guías indígenas locales, hasta los misteriosos petroglifos, ubicados río abajo, que consisten en numerosas piedras con extraños grabados que han dado origen a todo tipo de leyendas.

Es posible también, caminar por la selva tropical en los alrededores de Las Marías, por senderos de diferentes grados de dificultad y duración. Algunos de estos senderos  llevan al bosque primario que acoge a más de 350 especies de aves y muchos mamíferos. 
Así es posible conocer la flora, fauna y las formas de subsistencia de los nativos  Pech . El  alojamiento es básico y sencillo, en la casa de una familia local.  Además, el Comité de Eco-turismo tiene albergue para turistas que está bien acondicionado, así como excursiones con guías capacitados para llevarle a los distintos sitios de interés en la zona.
Otras excursiones disponibles en la región son paseos al Pico Dama, a Cerro Mico y Sula Wala, Ahuas, un sitio ubicado en las sabanas de pino que se encuentran en La Mosquitia, en la puerta de entrada al Río Patuca.
Bosques Siempre Verdes
Ubence Ramos, cacique de la tribu Pech de Las Marías y fallecido recientemente, junto a uno de los los misteriosos petroglifos, ubicados río abajo.
En un estudio ecológico de los bosques latifoliados, recientemente realizado por expertos cerca de la comunidad de Las Marías, se  identificaron 205 especies de plantas y 48 especies de mamíferos, La Zona Ecológica del Bosque Latifoliado está conformada por  ecosistemas de Bosque Siempre verde… En una parcela de una hectárea, algunos, ancianos  nombraron las 105 especies de árboles identificadas taxonómicamente y recordaron usos para 104 de ellos. 
Estudios sobre los conocimientos etno botánicos de los Pech,  mostraron que las comunidades nativas manejan una farmacia natural de más de 300 especies de plantas medicinales. Estos productos tienen un auténtico valor dentro de las comunidades, donde los sukias y curanderos cobran por sus servicios.  
Algunos de estos productos  son: hombre grande, escalera de mico, uña de gato, tomentosa, cuculmeca  y quina
Los indígenas de la zona  explotan varias plantas por sus fibras, ideales para telas y mecates. La corteza del tunu Castilla, forma una fibra similar al papel, flexible para ser usada como tela. También es la materia prima  para elaborar  artículos de artesanía que venden a los turistas. 
La corteza del higuero  tiene las mismas propiedades y usos. Otra fibra de gran importancia es el majao; de su corteza se hacen cuerdas, usadas tradicionalmente para elaborar hamacas.
El bosque de colina guarda árboles que contienen savias y resinas de valor comercial. El tunu Castilla, contiene una savia lechosa que, al secarse, se endurece. Esta savia es el tradicional pegamento de los indígenas de la zona, que lo emplean para pegar las cabezas de sus flechas y lanzas.

En el pasado, esta savia fue recolectada por las indígenas y exportada para fabricar varios tipos de plástico. También la savia del hule Castilla elástica, un árbol muy común en las orillas de los ríos que cruzan el bosque latifoliado, fue recolectada y vendida en el pasado. 
En los bosques de la colina son comunes el ibans (chicle)Manilkara chicle y M. zapota. La savia de estas especies fue la base para producir la goma de masticar, antes de la invención de sustitutos, hechos de petroquímicos. El chicle fue recolectado en la zona y vendido a intermediarios para su exportación.
Los Pech de Río Plátano
Típicas viviendas de los pech en Las Marías.
La mayoría de los indígenas Pech en la reserva viven en cuatro pequeñas aldeas y en asentamientos dispersos en la mitad del Río Plátano, entre Las Marías y Waiknatara. El
asentamiento más grande es Baltiltuk con 20 casas y 100 habitantes. Waiknatara es la aldea más pequeña, con sólo cuatro casas.
Aunque los Pech del Río Plátano han experimentado cambios culturales significativos, debido a su contacto con los Miskitos, aún mantienen vigentes patrones culturales propios. La llegada de 42 Pech provenientes de la región de Olancho, en 1990, fortaleció el componente Pech de la biosfera y reforzó las tradiciones históricas del grupo. 
Más importante aún, es una especie de movimiento revitalizador de la cultura que está surgiendo actualmente en la región; muchos de los Pech del Río Plátano están luchando por mantener su herencia.
Los Pech creen que antes de entrar al bosque hay que pedir permiso, porque existe un bejuco que extravía a las personas; si  no ha pedido permiso, corre el riesgo de no poder salir, sobre si todo si saca algo del bosque.Takaskro es la Divinidad que vive en la oscuridad de la selva.
Para su subsistencia, los Pech del Río Plátano dependen fundamentalmente de la agricultura de tala y roza, de la caza y la pesca. Cultivan los mismos productos que los Miskitos, pero hacen más énfasis en el maíz. La crianza de animales domésticos juega un papel secundario en la subsistencia de los pech, pues la mayoría de la carne fresca la obtienen de la pesca y la caza de animales silvestres.
La presión de Misquitos y Ladinos sobre el pueblo Pech ha provocado un proceso de intercambio cultural que, en algunos casos, se manifiesta en la pérdida de su idioma originario, sobre todo en los jóvenes. Parte de población continúa realizando prácticas religiosas ancestrales en lugares remotos, venerando cerros y creyendo en los espíritus del bosque. Cuando hacen sus fiestas ceremoniales como el Quech.
Navegando el río Plátano cerca de Las Marìas,al fondo el Cerro Dama.
Están aglutinados en la Federación de Indígenas Pech de Honduras (FETRIPH), que es la instancia política comunal interlocutora y el ente gestor de iniciativas para su pueblo, representada por el Consejo de Tribus Pech.  Los Pech dan prioridad al aceite de liquidámbar y al oro en polvo. Las mujeres pech, niñas y adultas, se dedican al trabajo doméstico y colaboran en las tareas de la parcela comunal. Algunas adultas se dedican al cultivo y procesamiento del cacao, la elaboración de artesanías y atienden a los turistas que llegan a la comunidad. Los hombres desarrollan varias actividades productivas.
En el universo mítico Pech existe la creencia de que el cerro Chocorpa (el cerro de la palmera) en el corazón de la Biosfera, en las cabeceras del río Waraska, es la tumba de su rey civilizador, Patakako. También creen que en esta región está encerrado y amarrado el Winsinka, la serpiente que vivía en una cueva en Pueblo Viejo, cerca de Culmí.
En Río Verde, cerca de Santa María del Carbón, en Olancho, existe una cascada que la llaman El Chorro. Ahí reside la madre de los peces que, desde la visión occidental, es interpretada como la Sirena; es a ella a quien hay que hacerle la ceremonia. Para el Pech, el Río Plátano es un santuario, debido a que en sus aguas se encuentra el origen de este pueblo, cuando la madre primigenia fue fecundada por el primer abuelo Patacherka.
El cerro Chocorpa, en la selva de La Mosquita, es sagrado porque allí descansa su divinidad y los Subterráneos del Campo se protegen, ya que allí residen los espíritus de las aguas. La creencia sagrada de la existencia de sus gobernantes espirituales en las cabeceras del Río Tarasca, es la que ha permitido que el Pecho conserve los sitios de interés arqueológicos como La Llorona, Tucancito, Las Cuevas de Tagua y Damasquine, en Olancho.
Pico Dama, visto desde Las Marías durante el atardecer.
Los Pech acostumbran acompañar los ritos con cantos y danzas ejecutadas por shamanes, que hacen ingerir infusiones de plantas o bejucos de carácter medicinal, por ejemplo, cuando se es mordido por una barba amarilla
En todos y cada uno de estos pueblos, la figura del shaman es fundamental en el sistema ritual y mágico, entre los Pech, se le llama Wata. Éste cumple tareas de mediador con los espíritus, propiciando de la Divinidad bienhechora la obtención de pesca y caza. También distribuye la fuerza mágica a los que la necesitan, tanto dentro del mar, como en lo profundo de la selva. Los Pech la realizan al iniciar la actividad productiva, por lo que es una invitación a los espíritus del bosque o del río para facilitar el producto. El sacrificio se hace preparando chicha de yuca y cacao (kaku). Al finalizar la actividad se vuelve a practicar la ceremonia para dar gracias. El ritual indígena ligado a las actividades de pesca, caza y obtención de materiales del bosque, se manifiesta de forma intensa mediante la realización de plegarias a los dueños de las lagunas, que son las sirenas; éstas son respetadas y temidas por los grupos Pech, Miskitos, Garífunas y Tawahkas.

Los Miskitos y Pech hacen ceremonias a los dueños espirituales como Diwindi o Yulu Olawalika, que es el espíritu que vive en el árbol de caoba, o el Wari Dawhkal, que es el dueño espiritual de los cerdos de monte, el Wata Aguakua, quien informa en sueños si habrá cacería.

Los rezos sagrados de los Pech contienen invocaciones al dueño de los bosques; por ejemplo, para que una persona persona no muera por una mordida de barba amarilla, se le dice que debe tener la agilidad del cuyamel y la fuerza de la parlama. Los relatos sagrados de las primeras curaciones desempeñan un papel importante para que se sigan practicando y, tanto la medicina arbolaria como los curanderos, son sacralizados; su actividad en la comunidad tiene mucho prestigio.
Ubicaciòn de la comunidad pech Las marìas, en la Biosfera del Río Plátano.
Existe el Comité de Ecoturismo de Las Marías que opera desde hace 10 años, durante los cuales se han capacitado para atender a los turistas y mejorar las condiciones de alojamiento y alimentación. En la actualidad, muchas actividades relacionadas con el turismo son claramente identificadas con el medio ambiente. Miembros de este grupo afirman que “los guías y demás pobladores comprendieron que para atraer más turistas es necesario proteger la flora y fauna”. 

Lo más notable del ecoturismo en la Reserva, es que hasta ahora es manejado y apropiado totalmente por las comunidades, con el beneficio consecuente para las familias locales. Esto requiere de una atención especial para prevenir que la actividad se desarrolle con un enfoque de altas inversiones, que implique la participación de grandes empresarios del turismo; esto desplazaría a los comunitarios, con sus efectos negativos tanto para la población como para la biodiversidad.
Juan Pablo Suazo Euceda, director para Honduras del proyecto Corazón, manifiesta que parte del apoyo que ellos brindan a los pueblos indígenas de esta región del país, ya se ha iniciado la distribución de semilla para el cultivo de granos básicos, especialmente arroz. Igualmente se brindará asistencia técnica y financiera para rehabilitar las fincas de cacao dañadas, lo mismo que proyectos a corto y mediano plazo para recuperar la infraestructura para el ecoturismo.

martes, 8 de enero de 2013

ENCUENTRAN DOS NUEVAS ESPECIES DE ORQUÍDEAS EN CUBA


Científicos de la Universidad de Vigo, en España, hallan dos nuevas variedades
de la flor en el extremo occidental de la isla. Una de ellas es particularmente
grande en comparación con las otras orquídeas cubanas. 
“Una es increíblemente grande y la otra muy pequeñita”. Así le describió el
investigador Ángel Vale a las dos nuevas especies de orquídeas descubiertas
en Cuba.
                                    Encyclia navarroi
Tal era el tamaño de una de ellas, la Encyclia navarroi, que los investigadores 
de la Universidad de Vigo en España -que trabajaron
junto con los Servicios Ambientales del Parque Nacional Alejandro de Humboldt,
en Cuba- se vieron forzados a revisar toda la bibliografía sobre orquídeas hasta
la fecha, ya que no podían creer que una flor tan grande "en pleno siglo XXI no
se hubiese encontrado antes".
Ambas especies (la otra se llama Tetramicra riparia) pertenecen a la misma familia.


 Tetramicra riparia

                                              Polinización engañosa
Una de las cosas que los científicos destacan de esas flores es su capacidad para
interactuar con distintos tipos de polinizadores.
"A diferencia de la mayoría de las plantas, muchas orquídeas no producen néctar
u otras sustancias que sirven de recompensa para los insectos y aves que las visitan",
explica Ángel Vale, coautor del estudio de la Universidad de Vigo.
A pesar de ello, gracias a su forma y sus colores logran atraer a numerosos visitantes,
lo cual les permite reproducirse.
A este fenómeno se lo conoce como polinización por engaño.
Coleccionistas primero
Desde hace más de dos siglos las islas caribeñas han sido una suerte de paraíso
biológico y un laboratorio natural para los investigadores.
El hallazgo de estas dos especies fue hecho un poco por azar. El equipo de Vale la
descubrió cuando se encontraba en la isla investigando el efecto de la polinización
por engaño de un grupo específico de orquídeas caribeñas.
Aunque, cuenta Vale, en la mayoría de los casos los descubrimientos los hacen los 
coleccionistas, que cuando ven florecer una flor que no corresponde con ninguna de
las conocidas se ponen en contacto con los científicos. "Muchas veces ellos van por
delante de los investigadores".
Estos dos hallazgos se suman a la inmensa variedad de orquídeas que hay en el
mundo. Se estima que hay al menos entre 25.000 y 30.000 especies de orquídeas.
Estas plantas son particularmente útiles para detectar signos tempranos del cambio
climático, ya que dependen no sólo del clima sino también de muchos factores
vinculados a otros organismos de su entorno.
Si estos cambian, las orquídeas son una de las primeras plantas en notarlo.