El Géiser Fly es tal vez uno de los pocos lugares realmente extraños donde las meteduras de pata del hombre, y la madre naturaleza, han creado a su vez algo maravilloso.
Foto: Rodney Lough
Este remoto géiser que toma su nombre del Rancho Fly en el Desierto Black Rock del noroeste de Nevada (EE.UU.), es inicialmente obra de los hombres, que perforaron el suelo para construir un pozo en 1964 para poder acceder al agua. Como la aventura fracasó, el pozo fue tapado.
Finalmente, la presión y los minerales se comieron la cubierta y entonces aparecieron columnas de agua caliente salpicando el aire. El agua formó los conos de calcita travertina y las terrazas en cascada que componen uno de los lugares más asombrosamente hermosos de la Tierra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario