Por qué los siluros son un desastre ecológico.

En Honduras no existen estos gigantescos peces, sin embargo en el río Ulúa y todos sus afluentes se reprodujo el "catfish" que es de esta familia, alcanza tamaños considerables y son voraces de forma tal que la existencia de las razas autóctonas han disminuido considerablemente.

Hay otras clases de estos peces que menor tamaño como los denominados "juilines" que son endémicos en casi todos los ríos y riachuelos (o quebradas, como se les llama comúnmente), estos son pececillos que apenas alcanzan las 8 pulgadas en su edad adulta..

Los bagres y las vacas, estas últimas una especie que se caracteriza por su color blanco en la panza, una especie de goleta y sus aguijones tanto laterales como encima que poseen una toxina que al puyarse con ellos produce un dolor fuerte.

Sin embargo en España por ejemplo los gigantescos peces si son una verdadera plaga, depredadores enormes dejando sin peces los ríos. Sobre el particular aquí este reporte:

A raíz de la confirmación de la presencia de siluros en el embalse de Iznájaren el Río Guadalquivir, ha vuelto a salir a la luz el tema de estos enormes peces.

Te preguntas ¿por qué los siluros son un desastre ecológico? Ten en cuenta que las especies alóctonas pueden significar un peligro para cualquier ecosistema. En el caso de los siluros, veremos por qué son un desastre ecológico.

Los siluros son un desastre ecológico cuando se instalan en áreas que no son las suyas propias. ¿Por qué? Simplemente porque estos peces pueden llegar a pesar más de cien kilos, por lo que se comen todo lo que encuentran, representando de este modo una importante amenaza a especies autóctonas que no están preparadas para enfrentarse a tal depredador.

Ya ha habido problemas con el siluro glanis en otras partes de España. Se cree que fue en los años 70 cuando pescadores alemanes los introdujeron en forma de alevines en el río Ebro para pescarlos en sus vacaciones. En esa época no había un control sobre este tipo de delito.

El siluro es un tipo de pez gato, que actualmente ya ha colonizado casi todo el Ebro, comenzado a reproducirse en el Tajo y ahora también en el Guadalquivir, y quién sabe por dónde más andará intentando sobrevivir como pueda, a base de lo que pueda. Incluso en Zaragoza se lo ha grabado comiéndose palomas de la orilla. El pobre pez come desde anfibios, hasta pequeños mamíferos que llegan a las riberas de los ríos contaminados con su presencia.

Es un desastre ecológico porque destruye los ecosistemas de los cursos de agua donde no pertenece. Aunque no hay que echarle toda la culpa al siluro, porque la falta de muchas especies autóctonas en algunos ríos, se debe también y mucho a la gran contaminación de los mismos.